jueves, 7 de octubre de 2010

EL MAR Y YO. SIEMPRE CÓMPLICES








En esta entrada tengo la necesidad de hablar del MAR.  Cada ser humano tiene diferentes necesidades y disfruta de diferentes cosas que  en la vida se le presentan.  En mi caso, mi gran necesidad  es ver el mar, sentirlo, disfrutarlo y  cada día que lo logro me da energía.  Es parte de lo que alimenta mi alma. “Dicen que el que habla de la mar, en ella no ha de entrar” pero hay excepciones y estar mar adentro es estar en otro mundo, es percibir la brisa salada y escuchar el soplido del viento como si te dijera un secreto, el ligero golpeteo del agua por el movimiento natural del mar.








Yo, que vivo en la ciudad, cada día añoro escuchar por la noche el reventar de las olas. Levantarme en las mañanas y correr en la paya disfrutando de los amaneceres, de los pescadores listos para irse al mar,
















Disfutar los reflejos del sol que está  por salir y se vé expresado a través del mar,


Recorrer la orilla de playa y encontrarme con las conchas que el mismo mar ha sacado para que disfrutemos de sus formas, tamaños y colores.










En lo particular, ir a la playa, no me representa ir a la “pachanga” para mí es ir por esa energía que el mar me da para poder continuar viviendo. Es mi lugar. Lograr estar en mar adentro. Disfrutar el cambio de colores conforme se hace más profundo. Y por qué no, disfrutar de los momentos que tienen los demás cuando juegan y retan a las olas.












Puedes jugar, sonreir, ir por retos o simplemente diversión que tanto se necesita en estos días rutinarios.




Al día de hoy tengo muchas satisfacciones.  Tengo cosas en las  que se puede ver una estrella en cada uno de mis ojos:  Mi pasión por la danza, mi pasión por los números y mi profesión como matemática, la compañìa de los libros que me transportan y avivan mi imaginación, la música, mi asombro al ver un reflejo, una entrada de luz inesperada por la ventana.

Y…. estar frente a  las olas que son la expresión del mar  y su aviso hacia mí de los grande que es y que es capaz de darnos una caricia con su espuma y que cada vez que te toca te dice "Aquí estoy".






Dicen que “Los sueños son los hilos con los que se teje el traje del día” y yo diría y de nuestras vidas. Yo he decidido tejerme un traje muy especial, por que mi madeja de hilos de ese sueño ha crecido a través de los años, e irme a vivir al mar. Porque sé que él tiene el don de iluminar mis ojos constantemente, como se pudieran iluminar con alguna ilusión. Cada persona tiene diferentes placeres, hay quien le gusta las montañas, vivir y escuchar sólo el ulular del búho y por las noches el canto del grillo. Hay quienes una cabaña en un paisaje nevado, habrá quienes el movimiento de la ciudad sea lo que les de la energía. Lo mío es estar con él, con el mar.  Él me ha visto reir y me ha visto llorar y me ha hecho compañía en los amaneceres y los atardeceres.  Me acaricia y me susurra y ese es MI lugar.  No importa cuanto me tarde.  Lo haré.







Al final de mis días  no me llevaré nada conmigo por lo que debo "Tejer mi madeja de hilos formada con mis sueños"  Por que es sólo mía y debo disfrutarla.

Alejandra






6 comentarios:

  1. Qué maravillosa fusión de imágenes y palabras.
    Tienes un talento extraordinario para la fotografía, en el cual logras deleitar todos y cada uno de los sentidos… Transportas a las personas al instante mismo en el cual tomaste la fotografía.
    Tu texto es un regalo de tu corazón, compartes ese sentimiento tan profundo, que es palpable al leerte.
    Muchas felicidades y gracias por compartir tu don.
    Un abrazo y mi admiración.

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  2. Muchas gracias por tu comentario. Siempre lleno de cariño. Una abrazo.

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  3. Muy hermosas en verdad. Y me identifico mucho con la serie y tus letras pues yo encuentro lo mismo en el mar. Es muy importante para mí y lo que en el encuentro.

    Gracias por compartir esta serie tan maravillosa. Por permitirnos viajar contigo.

    ¡Saludos!

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  4. Mi hermosa amiga, el mar es mi vida, y tanto observarlo por horas, como me he trepado en las madrugadas para salir a pescar con los pescadores, tanto en un yate, tanto en un paraícadas, etc, etc... es una sensación diferente y sublime, es la magnitud del mar, es su gran poderío... Es mi vida, es mi pasión, es mi sueño, es mi desahogo cuando estoy triste, es mi gran festejo cuando estoy feliz... Solo te concluyo que lo disfrutes cada que puedas, es una experiencia única!!

    Besos.

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  5. Vicent, muchas gracias por comentar. Qué agradable es ver que tanto las imágenes y el texto mandaron un mensaje positivo y que lograron "llevarte a un viaje" a través del mar que tanto extraño, y segruramente tú también, cuando no estamos con él. ¡Saludos!

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  6. Querida Fabiola, Que suerte es que tengas la posibilidad de estar cerca del mar ¡Disfrútalo! Gracias por tus palabras.

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